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domingo, 5 de octubre de 2014

La religión como elemento de la cultura dominicana.

“La religión como parte de la cultura dominicana”.

-Por Yaneli Estévez-

La religión se presenta de forma muy diversa a diferencia de lo que ocurría años atrás. Las expresiones religiosas se implantan en diferentes sectores sociales y al hacerlo se produce una re-significación de su esencia en sí, de lo que es su mundo simbólico, es decir que se van adaptando a las nuevas necesidades y demandas de la sociedad que la alberga.

Sin duda alguna, el paisaje socio-religioso de hoy luce muy diferente al de hace un tiempo atrás debido a la aparición de “Nuevos Movimientos Religiosos” (tanto en el catolicismo oficial como en la religiosidad popular, que está articulada por éste y las creencias afrocaribeñas).

Actualmente existen ciertas costumbres llegadas al país debido  a que personas de otros países y creencias religiosas (como es el diminuto caso del Islam), llegan con fines de estudio o trabajo y buscan practicar sus rituales en el escenario donde están, que por cierto, bien que acoge nuestro país a otras culturas, siendo esto parte del multiculturalismo actual.

Conceptualizando:              

  ¿Qué es una religión?   


El término “Religión” fue adoptado por el cristianismo y de ahí se extendió a todas las religiones conocidas a través de la historia. Su significado se empuña de acuerdo a los puntos de vistas de los fenómenos religiosos que lo planteen como por ejemplo la antropología, la sociología, la psicología y la historia de las religiones. Por otro lado, la fenomenología de la religión que estudia específicamente sus manifestaciones.

La religión es una actividad humana que suele abarcar creencias y prácticas sobre cuestiones de tipo existencial, moral y sobrenatural.  Hay religiones que están organizadas de formas más o menos precisas, mientras que otras carecen de estructura formal; unas y otras pueden estar integradas en las tradiciones culturales de la sociedad o etnia en la que se practican. El término hace referencia tanto a las creencias y prácticas personales como a ritos y enseñanzas colectivas.
De manera sencilla, una religión es  unión de unos creyentes vinculados entre sí por una institución más o menos organizada, ligados por tradición, creencias y ritos comunes.


Religiosidad popular

Remontándonos a la historia, recordemos el influyente poder que ejercía la colonia española sobre nuestra isla, sobre todo en su imposición cultural y religiosa, trayendo la religión católica, con claro propósito de reestructurar, la organización y economía de los pueblos aborígenes, así como también sus creencias religiosas.

Tras la explotación indígena, la raza no resistió ni un siglo, fue más resistente la raza africana traída como mano de obra esclava, lo que condujo a la etnia española a convivir con el elemento africano.  Aunque se les prohibía expresar sus creencias religiosas y practicar sus ritos nativos, pese a que algunos esclavos se evangelizaron y convirtieron al catolicismo, aún así se generó una conjugación de creencias y prácticas entre ambas culturas, dando paso a lo que hoy tenemos como la religiosidad popular. 

         
        









La religiosidad popular es el conjunto de hondas creencias y de actitudes relacionadas con Dios y con el mundo mítico, las actitudes que se derivan de ellas y las expresiones que la manifiestan.

Es una forma cultural que la religión adopta en un pueblo determinado, es el conjunto de valores con el que la sabiduría popular responde a las interrogantes de la vida.

En la Republica Dominicana adopta  raíces ancestrales de origen africano y de la evangelización cristiana impuesta por los colonizadores. Esta mezcla se le llama “sincretismo”. Nuestros aborígenes tainos, con sus ritos, areitos y adoraciones a dioses o cemíes, como les llamaban a sus ídolos por lo cual la historia los reconoce como politeístas, porque creían en varios dioses.

Algunas de las tradiciones traídas por los africanos y que viven, poco que mucho en nuestra cultura son: fiesta de palos, nombre con que se designa tanto al ritmo como a los instrumentos utilizados, la sarandunga, los congós, la salve, que  es la más típica de los géneros tradicionales dominicanos, fuertemente hibridado entre lo español y lo africano.

Algunas de las tradiciones traídas por los africanos y que viven, poco que mucho en nuestra cultura son: fiesta de palos, nombre con que se designa tanto al ritmo como a los instrumentos utilizados, la sarandunga, los congós, La salve, que  es la más típica de los géneros tradicionales dominicanos, fuertemente hibridado entre lo español y lo africano.

La música popular dominicana está íntimamente ligada a la cultura religiosa, y se interpreta sobre todo en las llamadas fiesta de santos, conocidas también, según la zona del país, como velacionesvelas o noches de vela.

Las creencias mágico-religiosas dominantes entre las capas campesinas y populares dominicanas reflejan el sincretismo cristiano-africano operado desde los tiempos de la colonia. El vudú dominicano es de obvia procedencia haitiana, pero sus rasgos y complejos se muestran degradados en Santo Domingo.
El rasgo más característico del vudú dominicano es el que lo relaciona directamente con la actividad mágica, los santos católicos son similares a las denominaciones  haitianas.
La magia dominicana es también una mezcla heterogénea de creencias y ritos africanos y europeos, estos últimos especialmente españoles. Animales míticos como el bacá y el galipote proceden de Haití. Las clásicas brujas y las características que las rodean son españolas.

De Europa nos viene la superstición del mal de ojo, la supuesta existencia de lugarús (loup-garou) y numerosos hechizos y encantamientos, amén de la mayoría de las artes adivinatorias. El culto a la virgen, marcada sobre todo el 21 de enero, a la Virgen de la Altagracia con su sede principal en Higüey y el 24 de septiembre, a la Virgen de las Mercedes con su capilla en La vega.

Los ritos funerarios contienen muchos rasgos de ascendencia africana que son compartidos con otros países de América. Un ejemplo típico es el baquiní o velorio del angelito, denominado así al velatorio de un niño. Así como las velas de 9 días.
Ciertamente nuestro país está cargado de elementos culturales, que para entenderlos, es necesario mirar y contemplar nuestra historia.


2 comentarios:

  1. Me parece muy interesante este artículo sobre la religiosidad dominicana. Somos pueblo rico religiosamente con tantas fotmas y manifestaciones que utilizamos para reflejar nuestra fe en el más allá.

    El pueblo dominicano se fundó esencialmente en la religión sobre todo con los aportes en materia de Derechos Humanos de Fray Bartolomé de Las Casas, Fray Anton de Montesino y otros.

    Debo decir que estos temas que hablan de religión me apasionan de manera grandiosa porque entiendo que la religión es un gran medio para expresar lo que somos. Para expresar nuestra humanidad.
    Buen artículo.

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  2. Ciertamente es un tema interesante que le compete a todo ser que busca y conoce su identidad. De dónde venimos? Qué somos y por qué? Gracias César.

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